Descubrir que está embarazada es una montaña rusa de emociones y preocupaciones. De repente, su mente se acelera retrocediendo a las últimas semanas: tomé una copa de vino, ¿dañará esto al bebé? Lo que usted aporta a su cuerpo de pronto tiene una mayor importancia, y por una buena razón.

 

Si bien puede eliminar aquellas cosas potencialmente perjudiciales de su dieta, no debe olvidar añadir otras que puede necesitar más. No puede empezar a comer por dos, pero deberá aumentar la ingesta de ciertos nutrientes, como el hierro, para que usted y su bebé estén sanos.

Hierro para un embarazo saludable

Engendrar un bebé es una experiencia única y exigente. Aunque su cuerpo está preparado para hacerlo, debe asegurarse de tener todos los nutrientes necesarios para esta mission.
 

El hierro es importante, no solo para que su cuerpo funcione bien, sino también para todos los cambios que vendrán al quedarse embarazada.

Hierro para un bebé sano

El hierro es necesario para que todos los órganos funcionen correctamente, pero especialmente cuando están creciendo. El bebé necesita el hierro que usted aporta para desarrollarse en el útero, pero también para almacenarlo para seguir creciendo después del nacimiento. Descubra más sobre el hierro y el desarrollo de su bebé. 

¿Cómo sabré si tengo déficit de hierro?

Los signos de que puede tener déficit de hierro incluyen sentirse apático o agotado, verse pálido o sentirse sin aliento. Puede buscar otros signos de déficit de hierro con nuestro Buscador de síntomas.

A menudo, no se da mucha importancia a los antojos. Por ejemplo, salir corriendo a por un helado en medio de la noche o un deseo inexorable de comer cebollas encurtidas.  Pero tener anemia ferropénica también puede hacer que anhele cosas extrañas, como hielo o incluso tierra. Si siente que sus antojos son inusuales, o cree que tiene alguno de los demás signos del déficit de hierro, como desmayos o fatiga,2 debe hablar con su médico, quien podrá buscar la causa más probable de sus síntomas.

Puede que tenga déficit de hierro, ¿qué puedo hacer?

Aunque su médico o comadrona buscarán los signos de la anemia ferropénica (que es cuando no tiene suficiente hierro para producir todos los glóbulos rojos que necesita), podría tener déficit de hierro, sin sufrir anemia. Esto también puede afectar a su embarazo, 3 por lo que es importante que conozca los signos del déficit de hierro y cómo aumentar la cantidad de hierro que obtiene de su dieta.

Si le preocupa que pueda tener un déficit de hierro, no tema pedir una visita adicional para ver a su médico. Si es necesario, en la consulta del médico comprobarán sus niveles de hierro y la ayudarán.

Si padece fatiga, es posible que desee utilizar nuestra Encuesta de fatiga para evaluar su nivel de cansancio, antes de visitar a su médico. Puede utilizar los resultados de la encuesta para explicar al médico cómo está afectado la fatiga a su vida.

Recuerde que la cantidad de hierro que necesita cambia a medida que avanzan los trimestres del embarazo, por lo que deberá asegurarse de que su médico lo controle durante todo el embarazo.

Experiencia de una paciente

Rachel, 27 años | Casada | 30 semanas de embarazo | Trabaja a tiempo completo

Patient voice

Cuando supe que estaba embarazada, me emocioné. Fuimos a comprar un montón de libros y tomaba los suplementos para el embarazo con regularidad. Entonces empezaron las náuseas y me sentía fatal. Tratar de fingir que todo iba bien en el trabajo también era agotador. En mi primera cita con la comadrona, me sacaron un poco de sangre para valorar mi hemoglobina en busca de anemia y realizar algunas pruebas para el bebé. Aunque no estaba anémica, me dijeron que mis niveles estaban en el límite, por lo que debería intentar tomar más hierro en mi dieta. Pasadas unas semanas más, las náuseas desaparecieron y empecé a sentirme bastante bien y disfruté del crecimiento de mi barriguita.

Como me sentía bien y estaba ocupada planificando las cosas del bebé, no siempre tomaba mis suplementos, pero realmente no pensé que tuviera importancia. Pasado un tiempo empecé a sentirme cada vez más cansada. Lo atribuí al embarazo y procuraba descansar lo máximo posible, pero nunca era suficiente. Me costaba concentrarme en el trabajo, y la gente bromeaba sobre el "cerebro del embarazo", así que pensé que era normal sentirse así durante el embarazo. Para estar al tanto de las cosas, traté de ser más organizada y escribir muchas listas. Quería ver a mis amigos tanto como fuera posible antes de que naciera el bebé, pero después del trabajo solo quería ir a casa y colocar los pies en alto.

En la siguiente visita de revisión mencioné que me sentía agotada y la comadrona volvió a comprobar mis niveles de hemoglobina. Esta vez definitivamente estaba anémica, lo que aparentemente es muy común durante el embarazo. Debido a que lo más probable es que la anemia se deba a que no tenía suficiente hierro, ahora estoy en tratamiento para la anemia ferropénica. El tratamiento realmente me ha ayudado y ahora soy más productiva en el trabajo; no me siento agotada todo el tiempo. De nuevo estoy emocionada con la llegada del bebé y tengo la energía suficiente para planificar todas las cosas que necesitará.

Referencias