En pocas palabras, sin suficiente hierro, el cuerpo humano no puede funcionar correctamente. Todo el cuerpo necesita hierro. Es esencial para la producción de glóbulos rojos y para asegurar que el corazón y los músculos esqueléticos puedan funcionar de manera eficaz.3 El hierro también juega un papel vital en la lucha contra las infecciones y enfermedades4, manteniendo los niveles de energía4 y la función cerebral normal.
El déficit de hierro significa que no hay suficiente hierro disponible en el organismo para que este pueda funcionar adecuadamente.6
Cuando las reservas de hierro disponibles en el organismo son bajas (déficit de hierro), pueden verse afectados casi todos los aspectos de la vida, tales como el metabolismo, la salud física y mental, la productividad en el trabajo e incluso la función sexual.4,7 La Organización Mundial de la Salud afirma que el déficit de hierro puede provocar una reducción de hasta el 30 % en el rendimiento físico.8
¿Quiere saber más sobre todos los efectos del hierro en el organismo? Eche un vistazo a nuestra Infografía sobre el Papel del hierro..
El déficit de hierro es la principal causa de la anemia.9 La anemia ferropénica se produce cuando el nivel de hierro almacenado en el organismo es tan bajo (o incluso nulo), que el organismo ya no puede producir la hemoglobina necesaria para desarrollar glóbulos rojos sanos.10 La hemoglobina es la proteína contenida en los glóbulos rojos que transporta oxígeno a los tejidos y órganos de todo el cuerpo, papel esencial para su correcto funcionamiento.11
Para comprender mejor el significado de los diferentes niveles de hierro, lea la siguiente infografía..
Hay una diferencia clínica entre el déficit de hierro y la anemia por déficit de hierro (anemia ferropénica)6 Tener bajos niveles de hierro disponibles (déficit de hierro) no implica necesariamente que vaya a desarrollar una anemia ferropénica. Para determinar si una persona tiene déficit de hierro o anemia ferropénica, se realiza un análisis de sangre en el que se estudia una serie de factores:
- Nivel de hemoglobina: es el principal componente de los glóbulos rojos, que necesitan hierro para poder transportar oxígeno por todo el organismo. Con un análisis de sangre se puede confirmar si el nivel de hierro está dentro de los parámetros normales de acuerdo con la edad, el sexo y el estado fisiológico (por ej., embarazo) de la person.9 Sin embargo, el nivel de hemoglobina no basta para diagnosticar el déficit de hierro.12
- Ferritina sérica: mide la cantidad de hierro almacenado en el organism.13
- Saturación de transferrina (TSAT): mide qué porción del hierro almacenado se puede utilizar para producir glóbulos rojos nuevos.14
El déficit de hierro es muy común y está presente en un tercio de la población a nivel mundial.2 Las poblaciones con mayor prevalencia son las mujeres premenopáusicas, las mujeres embarazadas y los niños menores de cinco años.15 A modo de ejemplo, en Europa el déficit de hierro afecta a hasta un 33 % de las mujeres menopáusicas, hasta un 77 % de las embarazadas y hasta un 48 % de los niños.15
El déficit de hierro también afecta a las personas con enfermedades inflamatorias crónicas. Se calcula que afecta a aproximadamente el 37-61 % de las personas con insuficiencia cardíaca crónica (ICC), un 24-85 % de las personas con enfermedad renal crónica (ERC) y un 13-90 % de las personas con enfermedad inflamatoria intestinal (EII).6
A pesar de la gravedad de sus consecuencias y de la elevada prevalencia del déficit de hierro16, sigue siendo un trastorno poco reconocido.17,18 Como consecuencia de ello, muchas personas no son conscientes del riesgo que implica para su salud y su bienestar. Incluso quienes están al tanto del déficit de hierro no siempre logran reconocer los síntomas.19
Debido a esta falta de concienciación, nosotros nos estamos concentrando en enseñar los síntomas y el impacto del déficit de hierro. Si usted considera que tiene cualquiera de los síntomas, le recomendamos que consulte con un médico. Eche un vistazo al Verificador de síntomas para obtener más información sobre los diversos síntomas.
El déficit de hierro afecta de diferentes maneras a cada persona, pero está relacionada con un deterioro general de la salud y el bienestar, así como con una intensificación de la fatiga.20 Incluso si usted no tiene anemia, el déficit de hierro puede ser debilitante y puede exacerbar cualquier enfermedad crónica subyacente y generar una mayor morbilidad y mortalidad.6 En los niños, el déficit de hierro puede deteriorar significativamente el desarrollo motor y cognitivo.21
Pérdida de sangre La pérdida de sangre durante la menstruación (períodos) implica que las mujeres premenopáusicas necesitan en su dieta hasta el doble de hierro que los hombres para evitar el déficit de hierro.22 Las mujeres que tienen períodos particularmente abundantes son más propensas a padecer déficit de hierro y deberían consultar a un médico. La pérdida de sangre también contribuye al desarrollo de déficit de hierro en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), insuficiencia cardíaca crónica (ICC) y enfermedad renal crónica (ERC).6 |
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Inflamación La inflamación asociada con ciertas enfermedades crónicas como EII, ICC o ERC puede reducir la cantidad de hierro que se absorbe en el intestino y, por lo tanto, generar déficit de hierro.6 |
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Medicaciones Algunos medicamentos utilizados para el tratamiento de ICC o ERC pueden provocar pérdida de sangre, reducir la absorción del hierro o aumentar la demanda de hierro.6 |
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Crecimiento El hierro es necesario para el desarrollo del cuerpo; por lo tanto, en los períodos de crecimiento, aumenta la demanda de hierro. Esto incluye el embarazo, la infancia (niños de hasta 5 años) y la adolescencia.23 |
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Dieta El hierro se encuentra tanto en alimentos de origen animal como vegetal, pero el cuerpo absorbe mejor el hierro de los alimentos de origen animal4 Los alimentos ricos en hierro incluyen: carnes rojas (carne vacuna, hígado, etc.), huevos, legumbres, alubias, frutos secos y semillas.8 Las dietas restrictivas, ya sea por elección (dieta vegetariana o vegana) o debido a enfermedades crónicas, pueden aumentar el riesgo de déficit de hierro.25,26,27 |
Los síntomas del déficit de hierro son variados y pueden ser similares a los de otros trastornos, por lo que lograr un diagnóstico adecuado es un desafío.6,7 Al consultar a un médico, es importante que usted le enumere todos los síntomas que está experimentando. Eche un vistazo a nuestro Verificador de síntomas y fíjese qué síntomas considera que tiene.
Una vez que se haya elaborado su historia clínica, si su médico considera que usted tiene déficit de hierro, le solicitará que se realice un análisis de sangre para determinar los niveles de glóbulos rojos y de hierro..7 Se trata de un procedimiento simple que requiere una pequeña muestra de sangre, normalmente extraída del brazo. En un laboratorio, se realizará un análisis de diferentes factores para determinar si hay déficit de hierro y, si corresponde, cuál es el grado del déficit. La cantidad de hierro requerida por el organismo varía en cada persona, por lo que usted deberá consultar los resultados del análisis con su médico.18
Es importante obtener un diagnóstico y un tratamiento del déficit de hierro y de la anemia ferropénica, ya que pueden tener un impacto significativo no solo en la calidad de vida y en el correcto funcionamiento del organismo, sino también en las enfermedades crónicas.2,6 Si usted considera que quizás tenga déficit de hierro, consulte a su médico. Utilice nuestra Guía de consulta para pacientes y el Verificador de síntomas para ayudarlo a prepararse para la consulta con su médico.
¿Cuál es el tratamiento para el déficit de hierro?
Hay diversos métodos de tratamiento disponibles para el déficit de hierro y la elección del tratamiento dependerá del grado de déficit y de la historia clínica de cada paciente. Algunas de las opciones son un aumento de la ingesta de hierro, suplementos orales de hierro o hierro administrado por vía intravenosa (inyección o por goteo)7